jueves, 8 de febrero de 2024

PENDRAGÓN

 



Editorial: Nosolorol.

Autor: Greg Stafford

Páginas: 276

Encuadernación: Tapa dura.

Ambientación.

Si hay un mito capaz de levantar pasiones y que permanece en el tiempo grabado en Europa, es el mito del Rey Arturo, el gobernante mítico de una Britania no menos mítica, bajo cuyo gobierno se alcanzó una edad de oro, y que reunió a su alrededor a los mejores caballeros del mundo en la orden de los Caballeros de la Mesa Redonda. Hay decenas de nombres vinculados al mito artúrico y que forman parte del imaginario colectivo y de una de las historias más grandes jamás contada: desde el propio Arturo al mago Merlín, pasando por la reina Ginebra, Morgana de las Hadas, el traidor Mordred, el valiente Gawain o Sir Lanzarote, el mejor caballero del mundo. Una historia que tiene de todo, desde la mayor de las aventuras (la búsqueda del Grial) a triángulos amorosos (Arturo/Ginebra/Lanzarote o Tristán/Isolda/Mark), pociones de amor, actos de caballería, magia, valles perdidos, incesto, monstruos... 

Podría hablar horas y horas de la leyenda de Arturo (es un hecho), pero ahora vamos a centrarnos en lo relacionado con Pendragón, el juego de rol que se publicó por primera vez en 1985 (lo que lo convierte en uno de los decanos de la historia de los juegos) y del que se está anunciando ya una sexta edición (que al menos en aspecto gráfico tiene bastante buena pinta). Hay muchas versiones del mito artúrico, ya que ha pasado por incontables manos, pero una de las más importantes, y en la que se basa este juego, es la de Thomas Malory, caballero inglés partidario de los Lancaster durante la Guerra de las Dos Rosas, que aprovechó el tiempo que pasó en la cárcel después de las victorias de los partidarios de York, para recoger, compilar y dar forma a muchas de las historias sobre Arturo, dándoles coherencia y publicándolas en un solo libro, La Muerte de Arturo (evidentemente, los spoilers eran otra cosa en aquella época), siendo este uno de los primeros libros impresos en Inglaterra, publicado por William Caxton en 1485. Y como era habitual en su época, Malory va a situar los acontecimientos de la vida de Arturo, que debieran haber ocurrido diez siglos atrás, durante los primeros años de la llegada de los anglos, jutos y sajones a Britania, en el entorno de su época, y de ahí que en nuestra mente colectiva (hasta ese punto es importante la obra de Malory), Arturo y sus guerreros no vayan vestidos como celtas o romanos, sino que lleven armaduras completas y participen en justas, como los caballeros del siglo XV.  Así que Pendragón nos va a permitir ponernos en la piel de uno de estos caballeros, aspirante quizá a formar parte de alguna de las hermandades de caballería, que viajan por Britania, como caballeros errantes o señores de pequeños dominios, tratando de conseguir el honor y la gloria. ¡Por Arturo!

Arte de inspiración prerrafaelista para el interior...


Sistema.

Al margen de pequeños cambios, a día de hoy Pendragón continúa utilizando el mismo sistema que en su primera edición, y que a nivel de tiradas, es uno de los más sencillos que he utilizado. Los personajes tienen una serie de habilidades (desde el uso de la espada, la lanza o los caballos a la canción, la caza o el flirteo), y para hacer uso de esa habilidad, solo hay que tirar 1d20 y sacar menos en el dado de tu puntuación en la habilidad. Y si la tirada es enfrentada, sacar menos de tu rango, pero más que tu contrario. Muy sencillo. 

Pero lo más interesante, es que además de estas habilidades que, más o menos, se parecen a cualquier otra habilidad de cualquier otro juego, los personajes cuentan con un sistema de rasgos y pasiones que dan muchísimo color al juego, y mucha vida a los personajes, que en determinados momentos incluso pueden escapar de las manos del jugador, ya que si superan determinados valores en estos rasgos (funcionan por parejas de opuestos y la suma tiene que dar 20, y las oposiciones son del tipo Casto/Lujurioso, Indulgente/Vengativo...), el personaje se puede ver obligado a actuar de una determinada manera... porque esa es su forma de ser. 

Por último, Pendragón incluye una parte de juego muy interesante, y que es la Fase de Invierno. Pendragón da a entender que los personajes de los jugadores realizan sus acciones caballerescas durante los meses de buen tiempo, y que en invierno vuelven a sus hogares, para recaudar impuestos, revisar sus fortificaciones, talar bosques, construir iglesias, etc. Y de este modo, los personajes van ganando dinero y gloria, y viendo como evolucionan sus historias y las de sus familiares. 


Y dibujo de inspiración gótica (vidrieras, tapices) para los capítulos...


Contenido.

Además de la ya típica introducción a qué es el rol, Pendragón va a comenzar hablándonos del contexto "histórico" del reinado de Arturo Pendragón, para luego pasar al sistema de creación de personajes, y las regiones de Britania en las que estos se encontrarán (al menos con el juego básico, la mayoría de los personajes serán caballeros cristianos procedentes de la región de Salisbury), para luego lanzarse a la vorágine de las reglas. Atributos, rasgos y pasiones, sistema de juego, combate, religión y magia, riqueza... Todo lo necesario para adentrarnos en el entorno caballeresco de Arturo, antes de dejarnos para finalizar con un bestiario y tres aventuras ya preparadas para que nuestros jóvenes caballeros comiencen a vivir sus aventuras. En la última parte del libro, tendremos reglas específicas para eventos concretos, como las batallas y los torneos, que, por supuesto, forman parte del imaginario colectivo a la hora de pensar en Arturo. 

Lo peor: Aunque el sistema es muy sencillo, tiene tal cantidad de variedades, excepciones y situaciones concretas en las que pasan cosas distintas que hay que tener un ojo siempre puesto en las reglas del juego. 

Lo mejor: El Rey Arturo, no hace falta más. 

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